LENTITUD BUROCRÁTICA VS PROYECTOS DE INVERSIÓN: LA BRECHA A SUPERAR EN BIOBÍO

Por Pedro Ramírez Glade, Gerente General de la Corporación Desarrolla Biobío

El Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) es el instrumento que permite introducir la dimensión ambiental en el diseño y ejecución de todos los proyectos de inversión, públicos o privados, que se realizan en el país. Esto permite prevenir el deterioro ambiental y facilitar la participación ciudadana en la evaluación de los mismos.

Durante 2015, en la Región del Biobío se presentaron 92 proyectos que en total involucraban una inversión de US$2.070 millones. Sin embargo, solo 33 fueron aprobados, lo cual representa el 36% del total de los proyectos. Esto implica que no se concretaron proyectos de inversión de distinta cuantía por un monto total de US$1.090 millones. Las razones de esta baja aprobación son variadas. Una de las más relevantes se centra en los servicios públicos involucrados, cuyos procesos definidos impactan negativamente en la aprobación de estas inversiones.

 

Desarrolla Biobío, la Secretaría Regional Ministerial de Hacienda y la Dirección Regional del Biobío del Servicio de Evaluación Ambiental, en un trabajo conjunto, detectaron que esta lentitud burocrática en la ejecución de procesos de inversión desincentiva la atracción de inversores extranjeros y nacionales lo que provoca, en muchas oportunidades, cambios sustanciales en los presupuestos iniciales presentados a los organismos regulatorios. En algunas ocasiones, esos cambios son tan importantes que los proyectos son desistidos en el camino.

Falencias en la coordinación entre los servicios públicos, demoras en sus pronunciamientos técnicos o en la emisión de permisos sectoriales complican el trámite, donde, dependiendo de la envergadura y temática del proyecto de inversión, a veces intervienen hasta 12 servicios distintos.

Entre los problemas técnicos y adaptativos detectados se pueden mencionar que los procesos de autorización para la aprobación de los proyectos de inversión son muy extensos, lo cual genera incertidumbre para los inversionistas. También la presencia de información con falencias, la falta de conocimiento y la escasa utilización de guías disponibles, tanto en el ámbito público como privado. Otro aspecto a señalar y que se relaciona con la modernización del Estado es la falta de digitalización y generación de una ventanilla única de todo el proceso, lo cual se suma a la utilización de herramientas metodológicas para la mejora del mismo y la gestión de la innovación.

El desafío estratégico entonces es optimizar la trazabilidad de los proyectos de inversión y acortar los plazos de tramitación del instrumento gestor, lo cual no implica, en ninguna circunstancia, restar valor o saltarse las etapas del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. De este modo fomentaremos una mayor inversión y, por ende, un mayor crecimiento económico para la Región del Biobío y el país.