DESARROLLA BIOBÍO ENTREGÓ RESULTADOS DEL 2º MONITOREO DE LA ESTRATEGIA REGIONAL DE DESARROLLO 2015 - 2030

Indicadores positivos y claras oportunidades de mejora para la región, arrojó el monitoreo de la Estrategia Regional de Desarrollo 2015 – 2030 que dio a conocer la Corporación Regional de Desarrollo de la Región del Biobío, en un punto de prensa virtual, que se realizó el jueves 8 de julio último al mediodía.

En la oportunidad participaron Pedro Ramírez, Gerente General de Desarrolla Biobío; Eugenio Guzmán, Decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo y Nicolás Jiménez, Coordinador de la misma Facultad.

Junto con entregar los resultados del monitoreo, se dieron a conocer los nuevos indicadores actualizados de la Estrategia Regional de Desarrollo, fruto de un trabajo conjunto entre la Corporación y la Universidad del Desarrollo.

El monitoreo, que contempla un análisis de las diferencias entre 125 indicadores para el periodo 2017 – 2019, arrojó resultados positivos para la región, pero también oportunidades de mejora.

“La razón de ser de nuestra corporación es potenciar el crecimiento y desarrollo en distintos ámbitos de la Región del Biobío. Una de las herramientas a nuestro alcance es este monitoreo. No se puede mejorar, lo que no se mide, por eso son tan importantes los resultados que nos entrega la medición de estos indicadores”, señaló Pedro Ramírez, Gerente General de Desarrolla Biobío.

Es apreciable cómo en el último lustro nuestra región ha vuelto a conversar, han vuelto a interactuar entre sí actores que quizás en algún minuto no trabajaron tanto en conjunto. Inclusive, hemos concentrado eventos internacionales, mostrándonos al mundo. Por otro lado, vemos también crecientes esfuerzos de distintos sectores productivos y organismos públicos por mejorar en estándares de participación ciudadana, y por acortar nuestras brechas en sustentabilidad.

Si bien nunca debemos dejar de dialogar y escucharnos, también es cierto que por mucho tiempo hemos iterado por conocidos diagnósticos, que se compartían habitualmente en seminarios en universidades, o en la sede de algunos gremios. No tengo dudas, ha sido valioso. Y bajo dicho contexto, la sinergia entre empresas, academia y sector público siempre fue una las deudas que asomaban entre las primeras conclusiones. “¿Por qué se nos van nuestros talentos?”, solía repetirse con grados de incredulidad.

Principales resultados positivos

Dentro del lineamiento L1 Contribuir al bienestar de todos los habitantes de la Región del Biobío, el cual incluye aspectos como ocupación y participación laboral femenina, además de la brecha salarial entre hombres y mujeres, los indicadores del lineamiento mejoraron en un 61,3% respecto del periodo anterior.

Respecto al lineamiento L2 Incrementar la creación de valor en la Región del Biobío desarrollando y atrayendo iniciativas e inversiones diversas, este considera temáticas como la productividad regional, incentivos a la inversión extranjera y el aumento de la variación anual de las empresas de la región, donde los indicadores asociados al lineamiento mejoraron en un 58% al contrastarlos con el periodo anterior.

Otros lineamientos, como el L4 Implementar un sistema de ciudades que dé soporte en forma eficiente a los procesos regionales de creación de valor, apuntan al mejoramiento de la calidad de vida y del bienestar urbano, a través de la creación de nuevos espacios públicos en la región, ámbito donde los indicadores asociados al lineamiento mejoraron en un 50,0%.

En relación con el lineamiento L5 Potenciar la infraestructura de conectividad regional, interregional e internacional, este aborda el posicionamiento de la región como polo que orienta su estrategia productiva al fomento de las energías limpias y renovables, donde los indicadores del lineamiento mejoraron en un 66,7%.

Llama la atención la variación positiva de tres indicadores sobre inclusión e inserción social de personas en situación de discapacidad en materia de ayudas técnicas, número de programas de inclusión social y ocupación laboral.

Sobre la incorporación de planes de estudio que fomenten la creatividad e innovación, el monto destinado a la formación docente en estas competencias aumentó de $160.135.000 a $1.163.084.000 durante el periodo.

Respecto de la inversión pública para mitigar impacto de riesgos de desastres durante el periodo, el monto de inversión aumentó de $131.618.000 a $354.418.000

Oportunidades de mejora

En relación al monto adjudicado por el Fondo Nacional para proyectos autogestionados del SENAMA hubo una disminución importante. De los $2.470.953.000 concedidos al principio del periodo, la asignación bajó a $491.306.135.

Sobre el desarrollo socioeconómico equitativo del pueblo Mapuche, si bien la tasa de participación laboral aumentó durante el periodo de medición, otros indicadores muestran una baja importante en los montos destinados al fondo de Tierras y Aguas, así como también en los proyectos de agua dependientes del FRIL, Fondo Social, Subdere y DOH.

El monto destinado a proyectos de electrificación rural del Fondo de Acceso Energético, que no incluye alumbrado público, bajó drásticamente en el periodo, de $3.815.718.761 a solo $25.301.818.

Sobre la capacitación de mano de obra acorde con las necesidades de la región, su número de egresados bajó de 4.157 a solo 1.301 en el periodo.

En el ámbito vinculado a la atracción y retención de capital humano para la productividad regional, el monto destinado al fortalecimiento de doctores vía FONDECYT, FONIS e Información Científica bajó de 12 mil millones a 4 mil millones en números redondos.

Las cifras destinadas al programa desarrollo de habilidades tecnológicas en estudiantes que fomenten la creatividad e innovación bajaron en el periodo de $103.000.000 a solo $13.713.000.

El número de unidades generadoras de energía renovable creadas (hidráulica, biomasa, eólica, geotérmica, solar) bajó de 94 a 68 en el periodo, mientras que el número de subsidios para sistemas solares térmicos disminuyó de 3.867 a 971.